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- Julieta Montaño: “Redes de proxenetas hacen creer que la prostitución es trabajo”
JULIETA MONTAÑO EXPONE EL 28 DE MARZO, EN UN CONGRESO SOBRE DERECHOS HUMANOS EN ESPAÑA. CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS
Desde el 20 de febrero, al WhatsApp de cientos de estudiantes y universitarios en Cochabamba llegó un video que publicitaba pasar la fiesta carnavalera de Compadres en el lenocinio La Casa de Senet, donde se les prometía bebidas alcohólicas y un sorteo o rifa de 100 mujeres, cada hora. El video presentaba imágenes y frases en las que las mujeres eran ofrecidas como objetos, en un país en el que está vigente la Ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia mediática, simbólica, física, psicológica, económica y sexual.
Luego de que el video "oferta" llegó a menores de edad y jóvenes, madres de familia que detectaron las imágenes en los celulares de sus hijos se comunicaron con este diario el 21 de febrero y pidieron que se efectúe un seguimiento. Los vecinos del lenocinio también exigieron una inspección y se ejecutó un operativo en La Casa de Senet de Piñami Chico que terminó con la fiesta. Durante la intervención se halló a un adolescente de 16 años, quien dijo que solo pretendía recuperar la trompeta que había dejado empeñada en otra ocasión. La Casa de Senet fue clausurada y salieron a luz varias irregularidades en cuanto a su funcionamiento y propiedad que fueron denunciadas por la concejala Angelina Zeballos.
Ante la clausura, las mujeres que eran explotadas sexualmente en este lugar efectuaron vigilias, marchas y protestas frente a la Alcaldía, exigiendo que la Casa de Senet vuelva a abrir sus puertas "para que ellas puedan mantener a sus familias". El 27 de marzo, la defensora del Pueblo interina, Nadia Cruz, emitió una resolución defensorial en la que afirma que el operativo ejecutado en La Casa de Senet estigmatizó y afectó la dignidad de las mujeres, pero, además, vulneró los derechos a la imagen, al trabajo, a la privacidad de las trabajadoras sexuales. En una de sus recomendaciones, la autoridad pidió que se procese a la concejala.
El dictamen causó controversia por diversos factores y surgieron varias interrogantes. Una de ellas, en torno a si la prostitución es un trabajo o es un sistema de explotación de la mujer. Vía llamada de WhatApp, OPINIÓN conversó con Julieta Montaño, reconocida defensora de los derechos humanos, activista de los derechos de la mujer, escritora y ganadora del Premio Internacional a las Mujeres de Coraje de 2015., quien participa de un congreso internacional en España.
P. ¿Se puede considerar la prostitución un trabajo o es un sistema de explotación de las mujeres?
R. Muchas personas, de manera simplista y ligera, han incorporado en su lenguaje el término 'trabajo sexual' para referirse a la prostitución, como si esta se tratara de una actividad productiva como cualquier otra; una actividad que no la desean para sí, ni para nadie de su entorno familiar o social. Como lo han demostrado múltiples estudios, testimonios de mujeres en situación de prostitución, e inclusive los propios proxenetas, la pretensión de que en la sociedad se instale la idea de que la prostitución es un trabajo, es un propósito en el que se hallan empeñadas las redes del proxenetismo internacional.
Si analizamos las características de la relación entre la mujer prostituida, el prostituidor o cliente y el proxeneta o dueño del lenocinio, podemos darnos cuenta de que la prostitución es un sistema de explotación, no un trabajo.
La mujer es la que pone a disposición su cuerpo para que uno lo use en la forma que desee, aún de la forma más degradante y el otro reciba el porcentaje mayor de los beneficios. Entonces, no se puede hablar de trabajo sexual. Admitir que la prostitución es un trabajo elegido voluntariamente por una mujer, es admitir que la esclavitud se mantuvo durante siglos porque los esclavos eligieron esa forma de explotación.
P. ¿Cómo funcionan estos sistemas de explotación sexual y porqué es tan dificil luchar contra ellos?
R. Porque mueven grandes montos de dinero con los que pueden comprar desde policías, fiscales, jueces, médicos, abogados, legisladores, alcaldes, periodistas, empresas de comunicación, organizaciones sociales, líderes políticos, y miembros del Ejecutivo de un Estado, hasta a mujeres prostituidas para que se constituyan en la voz de las víctimas a quienes dicen representar cuando, en realidad, lo que hacen no es otra cosa que representar los intereses de sus jefes, 'los empresarios del sexo' (proxenetas) y de los prostituidores (mal llamados clientes).
La prostitución es un proceso de deshumanización al que están sometidas miles de mujeres en el mundo; es un proceso de 'extinción del yo' que les exige la industria del sexo y los prostituidores y en el que los deseos de ellas no cuentan, porque deben concentrarse en la satisfacción de los deseos, fantasías y perversiones del prostituidor a cambio de un monto de dinero logrado en un tiempo establecido y rigurosamente controlado por el proxeneta. El porcentaje mayor del dinero cobrado le corresponde al prostituidor que es dueño del prostíbulo en el que se les cobra a las mujeres hasta del agua que consumen para su aseo personal después de cada servicio.
P. Aún en la distancia, usted ha seguido de cerca lo sucedido con la Casa de Senet. ¿Porqué cree que la Defensoría del Pueblo emite una resolución en la que asegura que se violó el derecho al trabajo, la imagen y privacidad de estas mujeres, y pide procesos para quienes intentan luchar contra el pulpo del proxenetismo?
R. La Defensoría, sea por ignorancia o porque el lobby proxeneta incide en sus decisiones pasándole la información que más le conviene, utilizando para este fin a las propias mujeres que son pobres y sin posibilidades de acceso a un trabajo que les asegure ingresos para la subsistencia suya y de su familia. Ellas dieron la versión que impuso el 'empresario del sexo' que opera detrás del joven que aparece como propietario del local y el negocio, y la Defensoría no tuvo la suspicacia de investigar los intereses que manejan a las mujeres que fueron ofertadas para ser "rifadas" en la fiesta de Compadres, ni para averiguar cuántas veces se repiten esas acciones con el único fin de acrescentar los ingresos del negocio con un saldo mínimo para las mujeres.
Si hubieron excesos de la Policía con las mujeres, está bien que se hagan las observaciones, pero en la resolución no encuentro declaraciones de las personas que son señaladas como violadoras de los derechos de las mujeres en prostitución, sea directamente o incitando a los vecinos a agredirlas.
Me llama la atención la diligencia demostrada en este caso, ojalá fuera a pedido y en interés de las mujeres y no del empresario que está detrás de ellas. Lamentablemente, en La Paz, el movimiento pro prostitución como trabajo es cada vez más fuerte y activo, impulsado desde la Argentina, que es la que da las directrices de cómo deben comportarse incluso las llamadas dirigentes locales del movimiento de trabajadoras sexuales, trabajadoras nocturnas o como se llamen.
El mensaje que da con sus recomendaciones la Defensoría el Pueblo es que la actividad del proxenetismo tiene pleno respaldo, sin profundizar en las condiciones en las que son explotadas las mujeres, muchas de ellas migrantes de zonas rurales, con pocos conocimientos sobre sus derechos e incluso menores de edad a las que se les altera los documentos y se les instruye sobre las respuestas que deben dar cuando alguna autoridad les interroga.