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- Abuso, maltrato y violencia: la pesadilla del Internado de Medicina
"¿Saben rezar?... Empiecen", dijo el médico residente cuando abrió las puertas de la sala Britania del Hospital de Clínicas a dos estudiantes que comenzaban su Internado Rotatorio. Uno de ellos era Raúl Valenzuela Marín y ese era el inicio de lo que él llama "una pesadilla" que acabó en un tribunal y truncó su carrera.
"He sido sometido a abusos, tratos degradantes y humillaciones. Trabajaba hasta 36 horas, sin remuneración, y he tenido que atender pacientes sin contar con licencia. Todos los internos están obligados a eso", reafirma.
"El internado es como una especie de servicio militar. Los antiguos abusan a los sarnas (novatos) y nosotros somos los sarnas", dice Luis, un médico interno. Ha denunciado abusos a los estudiantes, trato inhumano, turnos de hasta 38 horas y castigos de parte de los médicos del hospital donde hacen cursar este requisito. Pide guardar en reserva su nombre y el del nosocomio por temor a las represalias.
La Defensoría de los Derechos de los Universitarios (DDU) de la UMSA, en su primer año de labor, ha recibido una decena de quejas de estudiantes de Medicina que cursan el Internado Rotario por abuso, violencia y vulneración de sus derechos. "Un 5% de las denuncias que llegan a esta instancia han sido por esta causa. Algunos casos han requerido intervención inmediata", informa la directora de la DDU, Griselda Sillerico.
Admite que los casos son muchos más, pero que no se denuncian por temor o desconocimiento. "En mi internado a un compañero incluso le han afeitado todo el cuerpo porque dormitó en el turno. Lo peor es que dan obligaciones que no son para un estudiante por más bueno que sea", cuenta la médica cirujana Vivian López.
El Internado Rotatorio forma parte del plan de estudios de las cuatro carreras – Medicina, Enfermería, Nutrición y Tecnología Médica- de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y de otras casas superiores de estudio. Dura un año, debe ser supervisado por médicos titulares y es la única modalidad vigente de graduación.
Es decir que habiendo vencido la currícula de cinco años, los estudiantes de Medicina deben realizar prácticas con pacientes, rotando por distintas especialidades en hospitales. "No hay escapatoria, o lo haces o lo haces", sentencia Luis.
Hubo alguien que se negó a hacerlo. Raúl Valenzuela asegura que fueron tantos, tan duros los maltratos que solicitó graduarse mediante la modalidad de examen de grado. Y con ese pedido ha llegado hasta el Tribunal Supremo y se ha jugado 13 años de su vida.
"Recen..."
"Era 1 de enero de 2013 el día que hice mi primer turno nocturno en el Tórax, donde empecé la rotación. Era fiesta y el médico de turno se fue. Me quedé yo a cargo de Terapia Intermedia siendo estudiante. Hubo una emergencia y aunque le llamaba al titular no me contestaba", recuerda Valenzuela. Dice que trabajaba hasta 36 horas continuas, que debía dormir en un baño, que era maltratado por residentes que "son los que al final los califican".
Los médicos residentes son aquellos titulados que realizan sus prácticas para obtener una especialidad. Tienen a su cargo a los internos y, según las quejas, abusan de su poder maltratando a otros como a ellos los maltrataron. Una especie de ruleta rusa del absurdo bautizado como tradición.
Los alumnos del Internado Rotatorio se encuentran bajo coordinación y supervisión del Comité del Internado Rotatorio a través del vocal docente responsable y de los jefes de enseñanza y/o docentes responsables de los hospitales reconocidos como centros de enseñanza, establece el Reglamento del Internado Rotatorio vigente en la UMSA. En La Paz, por convenios, 21 hospitales públicos o del seguro social capacitan a los internos.
"Cuando hacía mi rotatorio en el Hospital del Niño me obligaron a atender a infantes con cáncer estando yo muy resfriado con el riesgo de contagiarlos", cuenta Valenzuela. Antes, en la sala Britania, había visto morir a una mujer enferma de pulmonía. "Y ya no aguanté". Decidió entonces abandonar el internado.
Apeló después a todas las instancias -universitarias primero y legales después- con la solicitud de graduarse mediante la modalidad de examen de grado al argumentar la vulneración de sus derechos humanos. Después de haber agotado todas las posibilidades, presentó una acción de amparo constitucional contra el rector de la UMSA que, luego de ser rechazada, llegó al Tribunal Constitucional.
El 22 de mayo de 2015, la máxima instancia judicial determinó denegar la petición de Valenzuela. El fallo argumentó que por estatutos universitarios el Internado Rotatorio es la única modalidad de graduación en la carrera de Medicina y que el demandante había abandonado esa práctica.
"Voy a salir sin dignidad"
Los internos de la carrera de Medicina, durante el desarrollo del Internado Rotatorio, percibieron agresión hacia su persona, al señalar como presuntos agresores a las enfermeras, médicos de planta y residentes, la razón fue el exceso de trabajo, el tipo de conducta agresiva fue la psicológica, sexual y física. Los síntomas durante la agresión fueron el de sentirse abandonados, impotencia, angustia, estrés, tristeza y depresión, con efectos en la salud mental, en sus interrelaciones familiares, en el rendimiento académico", establece el estudio Maltrato y/o violencia en el Internado Rotatorio de Medicina, publicado por Efraín Mariscal y otros.
La investigación aplicó un cuestionario a 125 estudiantes que concluyeron el Internado Rotatorio de Medicina de la UMSA. Uno de los testimonios recopilados dice: "Durante el Internado Rotatorio me di cuenta que para ser médico uno pierde su dignidad de persona, acepta insultos, malos tratos y todo esto por no ser aplazado en el último año. Yo voy a salir, pero sin dignidad".
"Es un abuso constante. Nos dan tareas insulsas, como repetir informes y volver a hacer tareas que ya hicimos. Lo peor son los turnos; yo hace 38 horas que no duermo", cuenta Luis. En el hospital donde realiza sus prácticas hay otro interno y dos residentes. Asegura que hace cuatro turnos nocturnos a la semana; si no está de turno, empieza sus labores a las cautro de la mañana y las finaliza pasadas las 22:00.
Veterano en el oficio, un médico especialista -que pide guardar su nombre- argumenta que el Internado Rotatorio es una "prueba necesaria". "La práctica de la Medicina es muy dura, especialmente en nuestro país tan carente de tantas cosas. Eres responsable de otras vidas, debes ser fuerte y aprovechar esta oportunidad, aprender ante todo", sostiene.
El pacto implícito
"Hay maltrato y abusos a los internos en los hospitales. Todos los médicos han pasado por esta situación y saben que es así. Es un paradigma no escrito que manda a basurear a los nuevos como a ellos los basurearon cuando estaban en ese lugar", define Luis.
Confiesa que no se siente seguro; no obstante espera que sus quejas se investiguen. "Me animé a presentar la denuncia porque si nadie habla, esto nunca va a cambiar. ¿Y después nos preguntamos por qué la atención médica es tan indolente en nuestro país?", cuestiona.
Han pasado 13 años desde que Raúl Valenzuela dejó inconcluso su internado. En este tiempo ha estudiado otra carrera y ha formado una familia. Sin embargo, dice que no renunciará a su aspiración de ser médico. "Cuando nos dijeron que recemos tenían razón. Fue una pesadilla", dice.
La Defensoría del Universitario coordina acciones con SEDES
Con el objetivo de evitar los maltratos y abusos a los estudiantes de Medicina que realizan su Internado Rotatorio, la Defensoría de los Derechos del Universitario (DDU) y el Servicio Departamental de Salud (SEDES) coordinan acciones conjuntas.
"La prevención es una de las maneras de evitar que se presenten vulneraciones a los derechos de los universitarios, que son parte de los derechos humanos", asegura la directora de la DDU, Griselda Sillerico. Su despacho ha atendido varias denuncias específicas de estudiantes de último año de Medicina que cumplen con su Internado Rotatorio.
Aunque la Defensoría depende de la Universidad Mayor de San Andrés, a esta oficina han llegado también quejas de estudiantes de otras casas de estudios superiores. "En general refieren maltratos del personal médico encargado de la supervisión de sus prácticas", dice Sillerico.
Médicos titulares y residentes de los hospitales públicos de tercer nivel que se abren al internado dependen del SEDES. Por ello, la Defensora del Universitario ha decidido intervenir junto a ésta, que es la máxima instancia de Salud departamental.
"Primeramente estamos realizando capacitaciones sobre derechos humanos con funcionarios del SEDES. Paralelamente se intensifican talleres que capaciten sobre todos sus derechos a los estudiantes que hacen su internado", informó Sillerico.
Para la Defensora es importante que los afectados denuncien cualquier acto de abuso o violencia que sufran durante su formación en los hospitales. "El primer paso es romper el silencio".
Según un estudio Maltrato y/o violencia en el Internado Rotatorio de Medicina, de Efraín Mariscal y otros graduados que concluyeron el internado reportaron haber sufrido tres tipos violencia: psicológica (llamadas de atención en público, gritos, humillaciones, incomunicación y hasta amenaza de golpes); sexual (piropos obscenos, miradas insidiosas: 18,4% actos de acoso, contactos físicos innecesarios); y física (empujones o golpes).
"Durante años el Internado Rotatorio ha sido una pesadilla pero no puede seguir así. Tiene que cambiar con las denuncias de la gente y la ruptura de esa cadena de abusos de los médicos o los residentes a los nuevos por el bien de todos", concluye la médica Vivian López.